Webinar: DELITOS ECONÓMICOS EN EL ÁMBITO EMPRESARIAL ¿Por qué evitar caer en la tentación de cometerlos?

En época de crisis económica, las empresas, en ocasiones, se exponen a situaciones más exigentes y desafiantes que les puede provocar ciertos problemas, como el hecho de cometer algún delito económico en el ámbito empresarial. 

El actual momento que vivimos, debido a las consecuencias económicas generadas a raíz de la pandemia sanitaria y la guerra en Ucrania, puede hacer que algunas empresas cometan ilegalidades de este tipo, las cuales, al estar reguladas por el código penal, tienen consecuencias.

Tentaciones en épocas de crisis

Según Alejandro Gómez, abogado de abogados CE, “la experiencia nos arroja que las conductas típicas en delitos empresariales o económicos son las encaminadas a obtener un beneficio económico o evitar una pérdida económica, teniendo en común el engaño y el desvío o “distracción” de patrimonio”.

Estos delitos empresariales se pueden clasificar en tres grupos: delitos contra la Agencia Tributaria y Seguridad Social; delitos societarios y delitos socioeconómicos.

Confusión patrimonial

Este tipo de operaciones es muy habitual en las empresas pequeñas, en las que el administrador de la misma confunde el patrimonio personal con el de la empresa, y lo enajena para salvarlo. En muchas ocasiones, este error suele cometerse por falta de conocimiento y sin la valoración de las consecuencias que podría generar.

Según el experto, este delito empresarial lo comente el empresario porque confía en que su empresa podrá mejorar la situación actual. Lo que sucede en muchas ocasiones es que surgen nuevos elementos y dificultades, empeorando más aun la situación. El papel del asesor es fundamental para evitar que la empresa y el empresario no cometan este tipo de errores y tentaciones.    

Apropiación indebida

Este tipo de delito empresarial afecta mucho a las empresas de renting y leasing. “Las empresas que están en situación de crisis y mal asesoradas tienden a vender los bienes, convencidas de que esas compañías no le reclamarán más allá del pago mensual”. Esas empresas de renting y leasing reclaman el bien y, en caso de no lograr la devolución de esos bienes, denuncian por apropiación indebida.

Fraude fiscal

Este delito consiste en eludir el pago de tributos a la hacienda pública. Aunque la recomendación primera del asesor siempre debe ser evitar este delito empresarial, en caso que ya se hubiera cometido, existe la posibilidad de regularizar el error, pagando la deuda antes que la administración notifique a la empresa alguna actuación. “Es una medida excepcional que hace la Administración y que debe conocer el asesor para informar de la misma a la empresa y poder zanjar el problema”. 

Insolvencias punibles

Es un delito empresarial especial. Solo se persigue cuando el deudor haya dejado de cumplir las exigencias o haya sido declarado en concurso de acreedores. La administración persigue a aquellas empresas y empresarios que, estando en situación de insolvencia, sigue realizando acciones para reducir su capacidad o beneficios, entre otros objetivos.

Según Gómez, “A las empresas hay que prevenirlas de los riesgos y consecuencias que genera un delito de estas características, al conllevar condenas de prisión”.

La importancia del asesor en toda la vida de la empresa

Desde que se crea una firma, el asesoramiento y acompañamiento de un experto es clave para evitar delitos económicos.  El asesor debe hacer un plan de protección de patrimonio y plantear al empresario, por ejemplo, un cambio de régimen económico matrimonial (de gananciales a separación de bienes) en caso que fuera necesario. Es un análisis que debe hacerse al principio para evitar luego tentaciones y problemas en el futuro.

Una vez que la empresa inicia la actividad empresarial, es importante seguir recibiendo asesoría, tanto fiscal, laboral y contractual por todas las relaciones e interacciones que tiene con otras firmas e instituciones.

En caso que la empresa se vea envuelta en un problema, el asesor debe acompañar al cliente porque lo conoce de primera mano y es quien mejor puede asesorar en esa situación. “Hay que ser sinceros y claros con la empresa que ha cometido un delito, o está en dificultad, presentándole las vías y alternativas para solucionarlo, si es que las hubiera. Un ejemplo claro es el concurso de acreedores, una solución que presentada a tiempo tiene oportunidad de surtir efecto y ser una solución. Si se hace tarde o mal, se puede cometer un delito”

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Abogados CE